Mayra Montero
Veintitrés y una tortuga (Alfaguara, 1981), colección de cuentos a la que siguió la novela La trenza de la hermosa luna (1987), editada en España, fueron las obras que marcaron la aparición de Mayra Montero Tabares en el mundo literario, luego de haberse establecido como periodista. Sin embargo, vendría a ser cuatro años más tarde cuando su nombre como escritora cobró verdadera trascendencia a nivel internacional, siendo otra novela, La última noche que pasé contigo (Editorial Tusquets, Barcelona, 1991), el acierto que la colocó en la ruta que han caminado los grandes de las letras en nuestro idioma. Aquel trabajo resultó finalista en el XIII Certamen de Novela La Sonrisa Vertical.
Casi simultáneamente, la misma editorial le sacó a la luz Del rojo de su sombra (1991) y, cuatro años más tarde, Tú y la obscuridad (1995) que, además de la aclamación de la crítica, la haría acreedora al Premio Liberaturpreis en 1998. En el 2000, el naciente milenio sí le brindó La Sonrisa Vertical a la que había aspirado una década antes, esta vez con la erótica Púrpura profundo.
Mayra, cubano-boricua nacida en La Habana, en 1952, vino a radicar a Puerto Rico con sus padres, el muy destacado humorista Manuel Montero Ojea «Membrillo» (1926-1994) y Olga Tabares, más su hermana Maritza, en 1972. Aquí empezó su trayectoria periodística como reportera de la revista farandulera Estrellas, que editaba Hugo Del Cañal. Más adelante, laboró para otras publicaciones, especialmente el periódico El Nuevo Día, para el que realizó entrevistas y escribió columnas y reseñas sobre el mundo del espectáculo, muchas de las cuales incluyó en la recopilación Aguaceros dispersos (Tusquets, 1996). En el suplemento dominical de este mismo rotativo mantiene, desde 2001, la columna Antes de que llegue el lunes.